martes, febrero 21

Poema a Don Giulio!

Este poema lo ha escrito un amigo que he conocido en Madrid, solo tengo una palabra para definirlo... un "fenómeno". Él es periodista y le gusta mucho la poesía, por eso le pedí que me escribiera algo para mi abuelo y este es el fruto:


GIULIO CALAMITA

Italia, año 1927, período de entreguerras. Toda Europa está encapotada por nubes grises, el cielo despide un color negruzco, el aire gélido transporta el sonido de tambores de guerra, es el preludio bélico del hundimiento de los valores, que va a sucumbir a Europa en el periodo más triste y decadente de su historia.

En un pequeño pueblecito en el centro de Italia, a 300 Kilómetros de Roma vive Giulio Calamita, un joven de 17 años con toda una vida por delante, llena de ilusiones y esperanzas; pero su padre sabe que en aquella tierra sembrada de fusiles y ballestas, su hijo no puede respirar el aire puro de la paz.

El trasatlántico Principessa Mafalda es la salida hacia un nuevo horizonte. Giulio embarca en él rumbo a Argentina, sin saber que nunca más volverá a ver a su padre. El espíritu emprendedor de los años precoces le empuja a abrazar sin temor las aguas peligrosas y mágicas de una vida llena de interrogantes con respuestas sin nombres de cañón.

Frente a las costas brasileñas de Río de Janeiro, el Mafalda se arrodilla y empuja a la muerte a cientos de pasajeros. Los tiburones de aguas cálidas enfrían y devoran los corazones de muchos valientes. Giulio encomendado a la sabia providencia, salva la vida junto a otros pocos afortunados.

Giulio ahora lleva un maleta más liviana, pero repleta de vida. Ésta es un regalo y él lo sabe. Por eso, le debe al nunca caprichoso destino una sonrisa brava e impertérrita. Nada lo puede derrotar porque su pacto está sellado con la rubrica del coraje.

Giulio caminará siempre hacia adelante porque Argentina era su destino y lo será. En el Sur de la Provincia de Santa Fé, en el pueblo de Empalme Villa Constitución encuentra el aire puro que anhelaba antes de partir. Allí en una hacienda conoce a Elena Auxilli, hija del patrón. Ella pronto queda arrebatada por el verbo "vida" que trae como único equipaje.
Aquel hombre venia de un país muy lejano, envuelto en las tinieblas de la conflagración de las armas, pero sus ojos irradiaban una luz inagotable.

Giulio demuestra a la familia de Elena que no hay mayor dote que la de un corazón poblado de valor. Hoy en día, Jorge, Aldo, Luis y Rosa son los retoños de esa verdadera historia de amor. El nunca caprichoso destino ha querido que un servidor, desde hace 2 meses, viva con el hijo de Rosa, Pablo, nieto de Giulio. Pablo de 19 años, revive ahora en España, Madrid... una aventura inversa a la de su abuelo. Antes de escribir estas líneas me dijo: "Nunca te arrepientas de lo que no has hecho, sino de lo que hiciste". Y yo añado: "Si lo haces con valor, de nada te arrepentirás".


José Antonio (Almería, España)